A LOS QUE NO SABEN
les cabe toda la vida en los ojos
en sus ojos enormes
casi transparentes
todo el dolor y el miedo
todo el abismo y el silencio.
Caminan despacio los que no saben
como a tientas y cansados
con sus enormes ojos claros
sin más cuerpo que sus ojos
sin manos y sin bocas
sólo sus ojos enormes
casi transparentes
sólo sus ojos en el camino.
Un desgarro persigue a los que no saben
un viento obscuro
una tormenta de cuervos y alimañas
segándolo todo a sus espaldas
hincando el diente a su inocencia.
Ya no hay risas para los que no saben
ya no hay madres ni nubes ni sueños
sólo sus ojos enormes
casi transparentes
sólo sus ojos en el camino.