TODAS LAS CARTAS QUE TE ENVIÉ,
los trenes que recorrieron furiosos
tus valles y tus sueños,
todo ese rosario de estaciones como letras,
mayúsculas, minúsculas,
tienen tu olor de tierra húmeda,
el olor de ciudad en otoño que me regalaste
aquella tarde tan hermosa.
Este me ha gustado bastante. En cualquier caso... ¿algún secretillo que valga la pena? Bromas aparte, me parece que está muy bien.
ResponderEliminarUn beso,
JR.
Jose (sin acento, claro) gracias por tu comentario.... y no, de secretillos está cortita la cosa....
ResponderEliminarUn beso.