Fue el 3 de Septiembre de 1983 la
primera vez que vi a Camarón en directo. Formaba parte del cartel del Festival
Antonio Mairena de aquel año, una edición extraña, pues, debido a su
enfermedad, Don Antonio Mairena no tomaría parte en él. Era la primera vez en
la historia del Festival que esto sucedía, y, a la postre, la enfermedad se
llevaría al Maestro apenas dos días más tarde.
Como casi todo lo que hacíamos
por aquella época, el “viaje” a Mairena se organizó sobre la marcha. Antonio, el
Trini y yo, con Alberto como perfecto guía-gurú flamenco, apostamos por una
noche mágica de sentir y doler mientras tomábamos café, recién iniciada la
tarde.
Fue aquella una noche grande,
limpia, plena de emociones, donde Camarón desgranó su arte llenando cada rincón
del Patio de la Academia con la brisa salobre de la Isla.
Hoy hace ya 20 años que José nos
dejó, y el recuerdo de aquella noche mairenera se me aparece ahora vivo,
especialmente vivo, trayéndome a la piel de nuevo aquel vendaval de quejío y
magia, la catarsis de un rito iniciático y, por muchas razones, emotivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario