¡Mira! ¿Ves estos ojos aquí arriba? Son Cástor y Pólux. - dijo señalando a la noche con sus dedos en forma de v. Un poco más arriba está Orión, con sus Tres Marías. ¡Son aquéllas! Y más allá Sirio. Inconfundible. La más brillante. La más hermosa.
Su dedo índice iba de un lado a otro repitiendo figuras fantásticas.
Y al otro lado, Aldebarán, allí justo, ¿la ves? Y las Pléyades. Y aún más allá Andrómeda y Pegasus. ¡Ten, todas para tí, te las regalo! - y se volvió triunfante para mirarla a los ojos.
Pero en ese justo momento, la pantalla palideció en sus manos hasta apagarse, y el cielo dejó de pronto de parecerles maravilloso.
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