Este 12 de Octubre NO tenemos NADA que celebrar.
Mañana, para nuestra vergüenza, sacarán las banderitas y apelarán a la hermandad hispana aquellos que durante todo el año recelan de quien viene del otro lado del oceáno (salvo que se llame Messi y venga a defraudar a la hacienda pública).
Mañana, para nuestra vergüenza, serán muy hispánicas aquellas grandes empresas que cada día hunden sus garras en latinoamérica para continuar con el expolio iniciado en 1492.
Mañana, para nuestra vergüenza, un
gobierno que abandona a su suerte a cientos de miles de personas, se pondrá el
disfraz de monigote para gritar al viento que son muy españoles y mucho
español.
Mañana, para nuestra vergüenza, el dinero de la sanidad, la educación,
las pensiones, la dependencia, la cultura, se irá por el retrete de una parada
militar, cabra incluida.
Mañana, para nuestra vergüenza, nos volveremos a
levantar con la noticia de que en esta hispánica España se han disparado las
detenciones e identificaciones por motivos étnicos.
Mañana, para nuestra
vergüenza, no habrá nada que celebrar cuando el hispánico Borbón y sus colegas
descorchen el champán mientras nuestros hermanos latinos deambulan por las
aceras en busca de comida y de respeto.
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