Casi por azar he descubierto unas fiestas que hunden sus raíces en el siglo XVI, un siglo después de la reconquista de Al-Andalus, y que constituyen el único caso de fiestas de Moros y Cristianos que se celebran en el occidente andaluz.
Recojo aquí mi primer acercamiento a una celebración hermosa, divertida, con mucho sabor y altamente recomendable.